Apatía.

Me siento cansada y no es por falta de sueño.

A veces pierdo la paciencia, que tanto me cuesta reunir, conmigo misma.

No tengo ganas de aguantarme, ni de hablarlo con nadie. Realmente, es díficil de explicar.

Algo que va y viene. Un mal huésped que siembra inseguridad. Un círculo vicioso.

 

Me harto de las palabras bonitas, de los halagos vacíos, de consejos sin sentido.

De esperar sentada a quererme, sin poder levantarme.

No quiero tener que evitar la mirada que escruta, para seguir tratándome bien.

Necesito un respiro, un tiempo lejos de mí, unas vacaciones merecidas para echarme de menos.

 

Mañana o pasado, seré más fuerte. Quizás.