Dales el beneficio de la duda.
Creo que junto al dolor (veréis, al final siempre es fácil pillar a alguien que finge felicidad y no sufrimiento), la duda es lo que nos hace humanos. Es aquello que nos permite empatizar con otros seres. Pero lo peor de todo es cuando te encuentras deseando que ojalá la duda no estuviera ahí. Seguro que os ha pasado que manteníais una conversación con alquien y de repente te empiezas a preguntar si lo que te está contando no será una mentirijilla. Ya sea porque lo que te están contando suena demasiado bien como para ser verdad, o no quieres que sea real, o simplemente porque es imposible que suceda. A mí me pasa bastante a menudo. Aunque a lo mejor es porque me gusta invertar escenas dramáticas en mi cabeza. Bueno el caso, yo estoy atrancada en ese momento anhelando alguna técnica para poder averiguar si me están mintiendo. Y el otro día me dije; Oye, no es posible formular una mentira tan rápido. Pero hoy me he dado cuenta de que eso no es cierto. Una persona embustera es nato... un 'as'. Mentir es algo tan involuntario como respirar. Así que puede que la duda nos haga humano. Pero hay ocasiones en las que preferiría no tenerla cerca.