Desde arriba se ve todo mejor.
Me encanta observar a todo aquel que pasa, inventarme sus historias, qué le trajo aquí, por qué viste de esa manera... Intento analizar sus expresiones para descifrar sus pensamientos (ésto es lo que encuentro más difícil.) Hoy ha sido un gran día porque ha llovido, entre muchas otras cosas. Y desde el autobús del colegio contemplé cómo todo se tornaba un bonito gris; es un color neutro sabéis? Vi cómo algunos intentaban refugiarse de la lluvia en las esquinas, otros se daban por vencidos porque la ropa mojada ya les había calado, padres gritando... Cómo los alegres daban saltitos de felicidad, abriendo la boca para que los goterones les cayeran. Vi niños sorteando charcos, coches en un atascos y perros sacudiéndose el pelo. Cuando llegó la hora de bajarme del autobús, me tocó a mí unirme al frenesí de la multitud. Miré hacia el cielo, preguntándome quién se estaba divirtiendo cada vez que me secaba las gafas con el chaleco. Cada vez que golpeaba a alguien con el paraguas. Pensé que se lo estaría pasando muy bien, igual que yo desde el autobús.
¿Por qué no os fijáis en la persona a vuestro lado? ¿Cómo lleva el chaparrón?