El bloqueo es pasajero.

¿Qué es eso que se te da bien? ¿Lo que te hace especial, lo que te define, por lo que te conocen? ¿En lo que empleas tu tiempo libre? A mí me gusta dibujar e intento hacer un dibujo todos los días. Pero hace unos días, sentí como se me asentaba un bloqueo. Algo que yo llamo frustración artística. Hay ocasiones en las que no me vienen ideas merecedores de plasmarlas al papel (aunque nunca lo son). Prefiero no emplear tiempo em algo que voy a deshechar. Otras veces, me lleno de maravillosos proyectos, pero mis dedos no sincronizan con mis pensamientos. Cuando dibujo, entro como en una especie de trance. No me entero de nada ni nadie, no pienso en otra cosa. Incluso se me olvida respirar muy a menudo. Bueno, a lo que iba! Me sentí mal. Hundida, fallida y desesperada. Con ardientes ganas de llenar el papel que tenía encima de la mesa. Lloré y me juré que no volvería a dibujar. (Os adelanto que no he podido cumplir esa promesa.) En ese momento, me llamó mi padre. Me preguntó como es habitual cómo había ido mi día. Le dije que bien pero que me encontraba mal porque no conseguía arrancar mi mano. Entonces él me contó que a veces, "a la mente le está faltando algo, y como no se lo des no hará lo que deseas." Le escuché y volví a intentarlo al día siguiente. Nada. Y es que el bloqueo, aún siendo temporal, puede durar mucho más que dos días. Mi tía Pili estaba conmigo y me aconsejó que lo dejara para cuando estuviera lista. No quieras complicarte demasiado, no es necesario. Me ha costado escribir este artículo porque hasta ahora no he podido superarlo. Así que yo os digo: "Quered a vuestras creaciones, al fin y al cabo son una parte vuestra. Y seguid probando, esa siempre será la respuesta." Feliz Viernes.

Resultado de imagen de tren de pasajeros

Tan pasajero como este tren.

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