La psicología del agua.

Muchos sabéis que hace un año retome el ejercicio y mi gran elección fue la natación  (por la esperanza de una mejora en la espalda, la conquista de algunas inseguridades y el alivio tener la mente en blanco).

 

Mi profesora de siempre está ahora de baja y la echo de menos porque conocía mis límites, mi carácter, sonrisa y preferencias por los diferentes estilos en el agua. Me hacía ella misma rutinas especialmente adaptadas a mí.

Eso y más la hacen una gran mujer, madre además, fuerte y segura aunque a menudo cansada y espero que se recupere prontísimo.

 

Ese mismo martes, vino a sustituirla una becaria joven, morena y con el pelo densamente rizado. Hay veces en las que me recuerda un poco a una de mis primas, excepto que, en el dedo corazón de su mano izquierda, tiene un tatuaje. Es el tridente de la psicología y le pregunté por su historia que me contó al acabar la clase;

Su nombre es Sandra y estudió Magisterio porque sentía admiración por dos de sus profesores y quisiera ser como ellos. Durante los primeros dos años de carrera, se dio cuenta que su pasión se encontraba en la psicología, cuyas asignaturas le eran familiares porque las compartía con la anterior carrera.

No le gusta dejar las cosas a medias, así que decidió graduarse con sus compañeros de Magisterio antes de empezar psicología, que también sacó sin dificultades.

 

Tiene dos carreras a sus veinticinco años.

"Entonces, qué haces aquí? Vas a destripar nuestros secretos y desatar el nudo de emociones adolescentes?" Le pregunto.

Ella se ríe y contesta: "No Irene, a menos que tú me des permiso para hacerlo. Por desgracia aún no puedo ejercer de psicóloga en una consulta propia porque nuestro país no me ofrece muchas posibilidades pero encontraré algo fuera, ya verás que si. Hice amigos durante un erasmus en Bélgica que podrán ayudarme. "

 

Y en efecto, eso fue a lo que se dedicó. Tres semanas más tarde, nos dejó, rumbo a Leuven.

Me alegra tanto oír hablar a personas como Sandra: que no se entristecen ante la falta de trabajo sino que se lanzan independientes hacia delante.

 

Con ella aprendí más que natación y eso me llena.

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