Take a step back.

 Soy de esas chicas que, aunque acepta poco a poco el paso de los años, disfruta reviviendo tiempos pasados. Por eso, hace una semana (más o menos) vi la que solía ser mi película favorita: "La novia cadáver" por el extraño director, Tim Burton. Tenía seis años cuando la descubrí por primera vez. Me impactó tanto, que incluso escribía sobre ella en el colegio. También persuadía a mis amigos a recrear alguna escena. Creo que no les debió hacer mucha gracia porque sus padres se enteraron y (supongo que para aliviar tensiones,) decidieron comentar mis gustos entre ellos. A veces compartían sus opiniones con mi madre; “Tu hija es un pelín tétrica no? Por qué no le pones algún programa propio de la edad? Te recomiendo Pocoyó; a los míos les encanta.”

Lo cierto es que, siete años atrás (actualmente tengo trece) también poseía otra clase de discos, como Dora la exploradora y Thomas the Tank Engine (muy populares en el Reino Unido). Sé que me entusiasmaba reproducirlos por mi cuenta en el DVD pero nunca llegaba a tanto como cuando tocaba La novia cadáver. Era y aún es, mi película favorita. Me decidí la semana pasada.

 

No nos engañemos: que un niño aún tenga su infancia tan presente, no condiciona al adulto que está por llegar. Mi cine incluye muchos tomos serios; Cuestión de tiempo, Siempre Alice, la teoría del todo, american horror story..

 

No te asustes si aún no has dado el paso, únete al club que tengo pensado formar; Adolescentes parciales.