No desees calor porque no le toca.
La vida es como una balanza, como aquellas que utilizamos para pesar la fruta. Es una balanza en el sentido que todo debe de tener su equilibrio. Tras estos días de intensa lluvia, oigo a todos a mi alrededor deseando lo que no se puede; queremos calor. Verano, piscina y que la lluvia pase pronto. Que no llegue el invierno siquiera. No puede ser, ya tocó nuestra dosis de sol. Ahora necesitamos un poco de frío para contrarrestarlo. Querer lo contrario es inútil!! No llegará! Acepta este maravilloso cambio. Verdaderamente nos hace falta. Sin darnos cuenta, todo requiere una bajada en temperatura. Las bellotas, castañas, naranjas, mandarinas... Encaríñate. Ámalo y acómodate con tu taza de té y la mantita. Le sonríes de oreja a oreja y le das la bienvenida. Pensad que el anhelo no existiría si nuestra voluntad se hiciera siempre. Sí soy amante fanática del invierno. Pero yo también debo reconocer que todo en su justa medida.