No subestimar nunca el poder de una madre.

 Hola!!! Mi cerebro tiene mucho riego ahora mismo (mi desayuno tenía nueces, como las ardillas) y estoy cargadita de ideas. Bien!!! Hoy quería hablar sobre cómo en; películas y libros, refranes e historias, enseñanzas y charlas... alguna persona sabia, hace mención a que uno no es capaz de amar, dejar de ser egoísta hasta que no es padre/madre. Y que los hijos no somos capaces de entenderlo. Quiero decir que yo sí. Porque veo a mi madre aguantarse y tragarse sus lágrimas incluso cuando es ella la primera que recomienda soltarlas. Me parece injusto que no se te dé tanto crédito, mamá. Papá, a ti lo mismo. Tan llenos de conocimiento pero frágiles. Yo os entiendo, y hago justicia a mi palabra cuando os digo que no hay hija en el mundo que pueda quereros como yo. Y yo no soy madre pero tengo el amor de una. Y vendrá el día en que vosotros retrocederéis a ser esos niñitos. Yo os cuidaré. Como vosotros habéis hecho tan bien conmigo. No dudéis de esto último. Deberíais estar al tanto; ambos sois maravillosos. Yo no pienso que hayáis fracasado, así que espero sinceramente que os sirva de consuelo. Pero más importante, de recordatorio. 

En honor a todas las anécdotas que nos habéis contado: una cuña gigante. Como las que os comíais durante tu primer embarazo. Esto es una marca, UNA REPRESENTACIÓN sagrada. Espero que os guste esta publicación. Y que la releáis mil veces o más. Las que haga falta!