Sentidas ausencias.
Todos tenemos y conocemos en nuestro círculo de amigos o familiares, a la típica persona tímida. Callada. La que parece invisible y se funde con el background. No suele participar en las conversaciones virtuales activamente.
Pero curiosamente, deja un gran vacío cuando cancela una quedada, se muda a otro país o cambia de aires y comienza a ser más extrovertida.
Te preguntarás cómo es posible que su ausencia sea tan condenadamente notable.
Aunque lo más probable es que no saque ninguna conclusión inmediata, lo he estado pensando en profundidad.
De momento he elaborado una pequeña teoría;
Las personas estamos compuestas por cuerpo, personalidad y presencia.
Estas tres cosas se contrarrestan (cuando hay menos de una, lo compensa otra).
El cuerpo es carne, órganos, estética y huesos.
La personalidad: pasatiempos, colores, gustos y sabores.
La presencia: una mezcla de ambos más aire y espacio.
Hay quienes ocupan poco y comparten todavía menos pero tienen una presencia gigante. Acaparadora. Por eso, si a la ecuación le falta algo, ataca la nostalgia.