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El poema y sus letras.

En cuarto de primaria, leímos un poema que se titulaba “Escondite” De eso hace cinco años pero el poema continúa reproduciéndose en mi memoria:

Nadie me escucha,
nadie me ve,
soy transparente,
soy de papel,
soy una sombra
tras el ciprés.

Nadie me escucha,
nadie me ve.
Si no me encuentran,
¿qué puedo hacer?

 

POR: Antonio A. Gómez Yebra

 

Todavía no sé con certeza qué es eso que nadie ve. En su momento creí que era el viento o un fantasma. Me parece que no me olvidé del poema porque me sentía identificada con esa transparencia. Claro que no encajaba con las demás niñas de mi clase! No me interesaba lo que decían. No consideraba a nadie amigo pero hice un poder por compartir alguna parte de mí, para hacerme más cercana. Prefería hablar sola o con las plantas y cochinillas que brotaban de las grietas en la pared. Necesité un par de años para transformarme. Cuando lo conseguí me noté fresca. Nueva. Nacía en mí confianza. 

   Una vez más, probé hacerme hueco junto al montón pues pensé que también notarían mi cambio. Pero yo sabía que todavía era invisible, como la sombra de la que habla el poema. 

    No todo fue aceptación, hubo mucha impotencia. Al final descubrí que es maravilloso construirte porque acabas conociéndote mejor que nadie. Como una maqueta y sus mil piezas. Necesitarás pegamento, tiempo, y sobre todo paciencia. Tus dedos quedarán pegados mientras intentas darte forma; una que sea capaz de adaptarse, la más cómoda. Entonces, hablar de tu día con alguien que no te merece te parecerá insignificante, porque dentro te espera mejor conversación.

 

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Quizás sea hora de memorizar otra clase de poema..

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El cementerio en ti.

Una idea o proyecto se abandona porque nos causaba demasiada angustia que lo mejor era olvidarla, y destrozar el vínculo que nos unía. A menudo el abandono de estas ideas, conlleva a su dispersión. Nosotros tememos por ellas porque no tienen ni idea a dónde van. Intentar recogerlas es como mimarte un pie después de haber caminado sobre hielo descalzo. No sentir duele; la sensibilidad perdida acuchilla.

Pienso que lo mejor que podemos hacer por estos.. Llamémoslo fracasos, es darles un lugar donde poder recuperarse y sanar. Yo lo llamo “ el cementerio temporal.” Se encuentra dentro de mí. Aquí deposito todas mis ilusiones fallidas. Pero no temáis, que no están abandonadas; albergo todavía esperanza de algún día resucitarlas para darles una tercera, quinta y octava oportunidad.

Por el momento las dejo sepultadas, cogiendo algo de polvo. Estoy segura de volverán con más fuerza: un poco de espacio y tiempo hace maravillas.

No les puedo llevar flores como haría para la tumba de un ser querido. Sin embargo, ellas se contentan con ser recordadas a diario. 

 

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Reanimadas pasiones.

Qué le pasa a una cerilla tras 1 minuto de haberla encendido? Pues que se apaga, y aunque la vuelvas a rasgar contra el paquete no conseguirás encenderla. Pero sí que volverá a la vida si se acerca a un fuego que llevaba mucho tiempo prendiendo. Entonces, el haberse apagado no compite con esta intensa, nueva llama.

    Nuestras pasiones son como cerillas; pueden brotar por su cuenta o necesitar a alguien que las guíe. Por ejemplo: yo y los animales. Creo que se desarrolló gracias a mi padre y abuelo. Mi padre habla con los animales con tanto cariño, que una cúpula parece formarse a su alrededor. Alejando toda negatividad. Mi abuelo se entregaba a ellos con tal devoción, que me hacía desear tanta atención. Acabé convirtiéndome en una mezcla de ambos. 

    Es muy díficil identificar pasiones sin ayuda. Por eso, si un ser querido te introduce a su mundo (del que habla con tanta emoción), lo normal es rendirse para formar parte de él. Dicen que rendirse es de cobardes e impotentes pero no cuando se ha desvelado un sentimiento maravilloso. Es casi un talento! 

    Y así es como se identifica a alguien pasional. Son radiantes, emanan ilusión. Sé como ellos; busca ese fuego que te devuelva la vida, como yo hice con la cerilla que se me apagó ayer.

 

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Gracias, porque no lo tengo todo.

Me ha costado mucho escribir este artículo con una mano; escribo así para no despertar a nuestro nuevo conejito. Siento como se estremece con cada palabra que va apareciendo en mi pantalla. Noto el calor de su cuerpo inundando mi brazo, sus bigotes acariciándome los dedos. Todo esto hace de un artículo mucho más especial. Antes de que el conejo llegara a casa, ya teníamos dos perros y tres preciosos pájaros. Vivo en una casa cálida, la televisión encendida, mi madre trapichea en la cocina. En nuestros cuartos los armarios repletos de ropa bonita pero más importante, cómoda. Las mantas son gruesas y las camas están bien forradas. En mi cuarto las estanterías están repletas de libros. Tenemos guitarra y piano y todos los días disfrutamos de cuatro comidas: saciantes y ricas. Nuestra casa no es muy grande, pero ni quiero, ni me hace falta nada. Quién más puede decir esto? En ocasiones es bueno pararse y verse a uno mismo desde fuera. Analizar qué es lo que nos hace tan privilegiados. Seguidamente, daremos gracias. A Dios si crees en él, a la vida, a tus padres por darte cariño, a tu país por una buena economía. Por trabajo, vivienda y cosecha. O no dárselas a nadie. A tí mismo si quieres, por tu manera de afrontar las cosas. No lo sé, pero dálas. Te hace mejor persona, más humilde. Además, desear nos alimenta, el deseo se pierde si tuviéramos tanto. Recuerda que todo cuán quieras vendrá, pero por ahora, al menos agradece la espera. Feliz domingo.

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Mejor que Harry.

 

No pienso que el ser humano sea un error. Pero porque está en nuestra naturaleza, los cometemos a  diario. Quizás más frecuente de lo que nos gustaría. Creo que todos los que leéis este blog conoceréis algo de Harry Potter. Bueno, pues en uno de los libros/películas, Harry utiliza una capa que le hace ser invisible. Os cuento esto porque aquí es dónde yo me quiero parar, en nuestro fallo más grande... el más cruel; la invisibilidad. Cuando caemos en la monotonía de la rutina empezamos a acostumbrarnos a la presencia de algo (un cuadro colgado de nuestra sala) o incluso a alguien. Hasta tal punto que nos olvidamos de él. Entonces, si te hablan de ese cuadro que tienes en tu casa, dudarás de lo que mostraba o de los detalles tallados en el marco, de dónde colgaba y cuánto tiempo llevaba ahí. Y es que, lo vimos tantas veces que perdió su importancia. El cuadro no va a sentirse dolido porque por suerte no tiene sentimientos, pero una persona sí. Una persona arde por dentro con tal de que notes su sufrimiento. Yo os daré la clave para transformar este castigo en un poder. Somos mejor que Harry porque no nos hace falta ninguna capa. No te dejes caer en la soledad, aprovéchate de ella. Eres sigiloso como una pantera, capaz de superar la ignorancia de quién te olvida. Pero si eres invisible… No te llega.

 

 

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Ganas esfumadas.

 

 

A pesar de que nuestro cerebro lo controla todo, pienso que nos dividimos en dos mitades. Y las personas muy muy especiales, se dividen en más. Algo que sólo captan los demás. Pero tenemos dos como mínimo: La parte que corresponde a nuestra edad y la que no lo acepta. Oyen las órdenes dadas por la mente de la misma manera, aunque luego se rebelen para actuar como quieran. Y en ocasiones esto me frusta mucho porque ir en contra de uno mismo es inhumano. Mandarte a callar con seriedad no es bonito, tener que aplacar esas bonitas ilusiones tampoco. Sí es necesario porque al final tener que afrontar las cosas tal y como son es más duro que regañarte. Yo llevo toda la tarde esperando a algo que no llega. Y estoy empezando a pensar que debería corregirme, ser más realista… Claro, que la vida no sería tan divertida.

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Inerte pero latiendo.

 

 

Seguro que todos hemos tenido que hacer algo que preferiríamos no haber hecho. Algo que voluntariamente, no haríamos nunca. Pues el jueves me tocó diseccionar un corazón de cerdo (de momento es de lo más desagradable que he hecho). No estuve sola, todos mis compañeros se vieron en la misma situación, aunque algunos lo disfrutaron. Le rogué y supliqué a mi profesora que me dejara hacer otra cosa.

Fue imposible.

Total, que tomé el bisturí y mucho aire (lo que me permitía la mascarilla) y al lío. Después de haberme tranquilizado con frases como;

-tranquila, no lo mataron para esto.

-ya está muerto, que no sea en vano.

-puedes aprender mucho.

- contrólate, es imposible encontrar un corazón humano, por eso os ponen el de cerdo. (no os asustéis ehh, estaba contemplando todas mis opciones)

 

Intenté ponerle toda la atención posible. Sentí la piel viscosa bajo mis guantes, recorrí el camino que seguían las venitas, pellizqué las arterias.. Y aproveché la ocasión para convertir la experiencia en un artículo. Me di cuenta que el corazón no era tan complejo como te lo enseñan en clase. Tardamos sólo 3 minutos en verlo entero. La verdad es que esto me asombró bastante. Cuando ya llegó la hora de dejarlo a un lado porque el olor nos estaba nublando la nariz, lo sostuve entre mis manos para intentar recomponer sus piezas. Le di un apretón y mucho ánimo y casi pude sentir como había latido dentro del animal. Tan muerto.. y sin embargo tiene tanta fuerza.

 

Resultado de imagen de cerditoEspero no tener que hacerlo otra vez.

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Sentirse vivo.

 

Otra de las mejores cualidades del ser humano es la de sentir. Siempre he sido una niña muy alegre, pero como todos, ha habido periodos en los que, la parte cruel de ti calla al niño feliz. Saca el pañuelito blanco y prefiere dejar que la tristeza lo consuma. Cuando decides rendirte, sientes como si forzarás el tapón de una botella recién descorchada. El vino lo mancha y lo humedece. Si intentas volverlo a colocarlo donde estaba, puede que con mucha fuerza lo consigas. Pero el tapón está forzado. Parece que debajo suya burbujea algo que no puede calmarse. Esperando a que venga alguien que lo vuelva a liberar pues piensa que es la única manera de salir. Esto es lo que yo llamo el efecto tapón. Así se siente estar triste. Sin embargo, toda botella se gasta, por lo que el tapón no va a ser siempre esclavo. Cuando llegue el momento de dejar atrás esta etapa, descubrirás “el cosquilleo”. Seguro que habrás oído que vivir y existir no es lo mismo. Empiezas a ser consciente de tus sentimientos, seres rebeldes que no se pueden etiquetar. Me sorprende lo que se ocultaba en mi interior. Un calmante calorcito se esparce para tranquilizarte. Creo que es por eso que tengo calor siempre. Estoy viviendo! Recordad que al igual que el bloqueo, la tristeza es pasajera.  

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Volver a nacer.

Yo pienso que el ser humano sin quererlo, es bastante complicado. Aunque creo tener la clave para entenderlo. Es el silencio, tan importante que se considera necesidad. Y es que, el silencio te aporta espacio para organizarte, tranquilizarte y no agobiarte. Es una gran herramienta para reflexionar. Las personas debemos concedérnoslos. Pero… Y cuando llega el año nuevo y no puedes sumirte en tu silencio porque estás en familia? Pues, reflexiona a la vez que los escuchas. Es difícil porque tienes que tener muy claro cómo vas a mejorar para el año que viene, antes de que den las doce campanadas. Lo mejor de que venga un nuevo año es que vuelves a nacer. Quién va a recordar las travesuras que hiciste un día en el 2016. Muchos ni siquiera recordamos las cosas bonitas que hicieron por nosotros. Esos años quedan con los versos olvidados de nuestro primer villancico. Ni nos vamos a molestar en aprenderlo de nuevo, ni nos va a quedar como antes. Borrón y cuenta nueva. Yo ya soy otra persona. La Navidad en general, es un tiempo muy feliz. Pero eso no quita la profunda tristeza que te inunda cuando tienes que quitar el belén, desnudar el árbol, y pinchar todos los globos. Para mí, un adorno es… un ambientador de felicidad. Incluso cuando se gasta, lo puedes volver a rellenar. Ésto mismo le cuento a mi madre; “Venga, por qué no los dejamos un poco más?” Pero sé que ella tiene la razón cuando dice que, si estuvieran todo el año en la repisa, perderían su encanto. Sólo me queda mirar el arbolito de reojo rezando porque no lo vean. Y preguntándome, cuándo volveré a comerme un roscón de reyes. Turrón, mazapanes. Cuándo volverá el calor del fuego a la casa. Cuándo mi familia volverá a estar tan unida.

 

-1 cuchara sopera de ilusión

-2 tarros de horrible espera

-medio litro de angustiosa impaciencia.

-Y un pellizquito grande de ardientes ganas.

 

Éstos son los ingredientes que forman el resto del año, mientras tachamos los días aburridos del calendario.Resultado de imagen de fin de año en el calendario

 

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Figurines de cristal.

 

Alguna vez has creído que alguien invade tu intimidad cuando te piden que le enseñes un dibujo, una redacción… O que compartas tus pensamientos con ellos? A mí me ocurre al menos una vez cada dos semanas. Yo siento como si me arrancaran con violencia la bata de encima en un día de mucho frío. Mis inseguridades están desnudas ante la voraz curiosidad de la otra persona. Casi noto los pequeños calambres que hacen saltar sus ojos. Me imaginé a un hombre con un martillo, destrozando una magnífica cristalera. Esperé que no hubiera nadie capaz de hacer eso porque lo lamentaría bastante. Bueno, se me ocurre porque el cristal es laborioso y difícil de entender. Pero aún así, tan bello…. Y frágil. Siempre admiré las figuras de cristal, de lejos claro. No me atrevo a tocarlas. La figurita y yo somos parecidas!! (En que nos rompemos, no en otra cosa) Pues para remediarlo, le dije a mi prima (mi tarde fue bien empleada) que jugaríamos a ser leonas. En gran parte para entretenerla a ella, pero también para ayudarme a mí. Porque la verdad es que hoy me vi especialmente insegura. Media hora antes, estuvimos paseando por los mercadillos navideños de la Plaza Nueva aquí en Sevilla y, sin quererlo, me encontré delante de un espejo. Muchas veces pienso que lo más valiente que he hecho en mi vida ha sido enfrentarme a mí misma. Pero esta vez necesité un poco de ayuda. Así que me al llegar a casa de mi abuela me tumbé en el suelo y me puse a cuatro patas. Me erguí, con la cabeza muy alta. Dejé que el pelo se me revolviera, Y entonces, empecé a caminar. Grandes pasos, sumamente elegante. Como sólo los felinos saben hacer. Vaya si me sentí bien. Me recordé que las leonas tienen otras preocupaciones más importantes. Por ejemplo… Dónde están sus cachorros? Fui a buscar a mi prima, que ya se había escurrido a la habitación de al lado.

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La guerra.

¿Pero qué está siendo de la humanidad? Por favor, que mi corazón no puede más. Yo solo quería vivir en paz y tranquilidad. Todas las esperanzas que teníamos porque el año nuevo trajese una realidad mejor… y miradnos, qué tremenda decepción. Ahora mismo solo hay desesperación e...
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Somewhere only we know.

Recuerdo la primera vez que me enseñaste tu habitación como si fuese ayer.  Me llamó la atención por varias razones aunque la mayoría no las recuerdo porque estaban nubladas por los nervios que yo sentía de estar en ese espacio tan tuyo.  Aunque sí hay un par que permanecen en mi...
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Estoy triste.

Estoy triste pero también frustrada, cansada y terriblemente enfadada. La causa de mi inspiración esta noche no es precisamente positiva pero es sumamente necesario hablar de ella...  En las noticias últimamente, aparece a menudo el tema del medio ambiente, el de las catástrofes que nos...
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Un sueño que tuve anoche:

Tú y yo paseando por las calles de Sevilla, como de costumbre. Saludamos a la Catedral, a la Giralda, perseguimos el tranvía y sorteamos a la gente.  No había coronavirus, así que no llevábamos mascarillas incómodas que tapasen nuestra sonrisa.  Nos estábamos haciendo fotos pero salieron...
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¿Dónde estás?

¿Cómo te va la vida? Que últimamente apenas sé de ti.  Pareces feliz, más tranquila pero ojalá formase parte de tu día a día para poder comprobarlo yo misma.  Mi gran problema contigo es que te echo de menos y me da miedo decírtelo sinceramente, sin sarcasmo o burlas que lo camuflen, como...
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Persistente.

Nací con un hambre insaciable para aprender. Desde siempre, he pensado que estudiar es un placer y suelo dedicar tardes enteras a leer sobre cualquier cosa, todo. Soy de naturaleza curiosa, hago muchas preguntas y acumulo información como hacen las ardillas con sus frutos secos, antes de que llegue...
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Avances.

El sábado dos de mayo, la vida de los andaluces dio un giro significativo, de 360 grados.  Nos anunciaron que podríamos salir a pasear una hora, a hacer ejercicio, en compañía de un miembro de la familia (si no queríamos estar solos) y pasear a los perros varias veces al día. Yo sacaba al mío...
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Una celebración diferente.

Hoy no tenía muchas ganas de levantarme porque ya no es mi cumpleaños.  Empecé a tomar conciencia de ello cuando disminuyeron los mensajes de “¡felicidades!” aunque seguían entrando, incluso pasadas la medianoche. Mi día especial estaba acabando y mañana no sería igual. Tendría que volver a la...
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Adiós.

Hace seis años que me enamoré por primera vez, de un chico que me hizo sufrir lo peor (a mí me lo parecía por aquel entonces), durante y al acabar la fase del desamor. Incluso cuando nos propusimos ser amigos. Aunque reconozco que yo también fui culpable de la forma tan retorcida que tomó nuestra...
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Apocalipsis.

Yo no iba a hablar del Coronavirus por aquí, de tan harta que estoy de él pero hoy hago una excepción, por ser el primer día de la cuarentena oficial.  Todos llevamos esta última semana expectantes, la mayoría deseando que cancelaran las clases, los exámenes, las responsabilidades… Creando...
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