Blog

A mis nuevos amigos:

Me queda sólo un mes en Newton, ya empieza la cuenta atrás.

Lo que más me apetece ahora mismo, es encerrarme en mi habitación y hacer videollamadas con las personas que aguardan mi llegada. 

Y así poner en práctica mi técnica de alejamiento para no cogeros más cariño. 

Sé que es una excusa muy pobre pero las despedidas nunca se me han dado especialmente bien (¿a quién sí?).

 

Pero siempre conseguís sacarme de casa; acabo sucumbiendo a la tentación de pasar la tarde juntos.

Me seguís incluyendo en los planes que hacéis para el curso que viene. 

Me parece divertido y tierno ver cómo os cambia la cara, cuando recordáis que yo ya no estaré.

Abrís los ojos en sorpresa y fruncís el ceño. La boca es una mueca triste. Yo sonrío mientras vuelvo a prometer por enésima vez, que no perderemos el contacto a pesar de la amenazante distancia.

 

Quería daros las gracias por enseñarme a jugar al póker y bailar al ritmo de estúpidas canciones, los largos paseos nocturnos, las escapadas a la playa, las fiestas que bautizamos como “clandestinas”, las risas, las charlas profundas, los ocasionales abrazos.

 

Gracias por curar mi soledad en momentos de extrema nostalgia y sustituirla por preciosas memorias que me acompañarán el resto de la vida.

 

Gracias por quererme, aceptarme, escucharme y enseñarme cada rincón de nuestra ciudad.

 

It’s been real guys

Espero volvernos a encontrar y que éste, no sea un adiós definitivo.

 
 
Leer más

Duele el amor, sin ti.

Acordamos en escribir una historia compartida pero acabamos en páginas que pertenecían a capítulos diferentes. 

Empezamos con buena letra, tú y yo de protagonistas. 

Aunque ahora sólo quedo yo tras una barrera de tristeza. 

Te has ido, me encuentro perdida; tu marcha me ha dejado vacía.

Con mil recuerdos y sentimientos que deseo sepultar bajo cadena y candado,

Escuchando canciones que me recomendaste porque (muy) en el fondo, tengo alma de romántica. 

Torturándome con demasiadas preguntas retóricas y algún que otro quizás

Me vuelvo desconfiada.

Echándote de menos, busco consuelo en cada pequeña distracción que me rodea.

Quiero borrarte de mis madrugadas. Librarme de este horrible bucle.

Evitar que te cueles en sueños o pesadillas y así poder descansar. 

 

El punto y final ha sido inesperado mas no me arrepiento de nada.

 
Leer más

Apatía.

Me siento cansada y no es por falta de sueño.

A veces pierdo la paciencia, que tanto me cuesta reunir, conmigo misma.

No tengo ganas de aguantarme, ni de hablarlo con nadie. Realmente, es díficil de explicar.

Algo que va y viene. Un mal huésped que siembra inseguridad. Un círculo vicioso.

 

Me harto de las palabras bonitas, de los halagos vacíos, de consejos sin sentido.

De esperar sentada a quererme, sin poder levantarme.

No quiero tener que evitar la mirada que escruta, para seguir tratándome bien.

Necesito un respiro, un tiempo lejos de mí, unas vacaciones merecidas para echarme de menos.

 

Mañana o pasado, seré más fuerte. Quizás.

 

Leer más

Furioso.

Esta es la historia de un niño al que las palabras poco le importaban.

Las usaba (porque no le quedaba otra); para asentir en clase, intercambiar impresiones con sus tíos sobre partidos de fútbol, contarle a su hermana cosas triviales sobre su día o gritarle tonterías a sus amigos, cuando se conectaban simultáneamente a jugar online.

 

Las trataba como calcetines viejos que se deshacen en agujeros que agrandar con los dedos.

Él no las valoraba demasiado pero eran amigos.

 

Entonces conoció a una chica que su vocabulario hizo ampliar y las palabras se tornaron dulces y bonitas. Simpáticas, graciosas, alegres.

Hablaban tanto que pensé que las conversaciones podían agotarse pero eso aún no ha sucedido.

Ahora sólo las escucha ella porque él así lo ha decidido.

 

Sus padres agudizan el oído para asegurarse de que el chico no se ha vuelto mudo porque a ellos no les dedica palabras de ningún tipo.

Un enorme silencio, un extenso vacío. Parece un agujero negro: imposible de llenar.

 

Me pregunto si no se le olvidarán con el tiempo, si se convertirán en tristes ecos de lo que solían ser risas y cariño.

Parece que su voz se hubiese escondido en un océano revuelto que brama furioso y causa naufragios.

Podría ser peligroso aunque creo que simplemente está asustado.

 

 

 

 
Leer más

En línea.

Últimamente, me encuentro luchando por el equilibrio perfecto entre querer contestar a todos los mensajes sin dejar desatendidas mis obligaciones. Una pequeña nimiedad que se ha convertido en una gran parte de mi día a día.

 

Y es que, el estar viviendo fuera, me hace dedicarle más tiempo al móvil aunque sólo sea para interesarme por mis amigos: poder contribuir a resolver sus problemas, tenerles presente, sentirles cerca… A veces me llaman cuando organizan quedadas a las que normalmente iría. Para hacerme partícipe, supongo.

 

Yo estoy pendiente, alerta, para demostrarles lo mucho que me importan. Que por ellos,  estoy dispuesta a dejar a un lado mi torpeza tecnológica.

 

Y no lo considero algo negativo. Me gusta tener con quien hablar, es casi como un hobby.

Ahora que nos separa todo un océano, hay gente que ha decidido escribirme repentinamente. Incluso sin habernos relacionado mucho antes de yo marcharme. Entonces, me siento como una especie de confidente o la prima lejana a la que tanto aprecias a pesar de que no os veis apenas.

 

Estoy agradecida de tener tantos medios a mi disposición, es lo que intento expresar. En otra época las cosas habrían sido difíciles y definitvas.

 

 
Leer más

Desconocida.

Hago dos meses en esta pequeña ciudad, en un país diferente (Newton, MA) siendo la chica nueva en el colegio.

Me habré presentado cincuenta veces, inspirando profundamente para evitar que me tiemble la voz y sentirme segura. En control.

 

Es interesante ver la reacción de mis compañeros de clase, por su variedad. Algunos miran curiosos y se acercan a hacerme preguntas, otros ni siquiera levantan la vista del móvil.

 

Ser la chica nueva a estas alturas del curso tiene muchas ventajas. Por ejemplo: mi timidez y silencio son comprensibles, los profesores no esperan gran cosa de mis notas, la conversación entre mis amigos es variada y tengo más tiempo libre que antes.

 

Pensé que con el paso de los días, mi lista de privilegios iba a empequeñecer pero por ahora, sigo actuando como “la nueva” que no se acaba de integrar y se distrae con pensamientos sobre su hogar.

 
Leer más

Lo efímero.

La mañana comienza bien.

Debería estar en clase desde hace horas pero una tormenta de nieve lo impide.

Así que, amanezco tranquila y muy descansada.

Tengo ganas de comer el desayuno mientras enumero las numerosas oportunidades que me ofrece el día.

Entonces, llaman al teléfono inesperadamente.

Mis instintos reaccionan; son malas noticias.

 

No me da tiempo de probar el café.

Corro a desplomarme sobre la cama. La almohada ya absorbe mis lágrimas.

Vienen los buenos recuerdos a arroparme, en oleadas dolorosas.

Ya no siento hambre. No puedo pensar con lucidez.

La rutina se estanca. Me sofoca la pena.

Son éstas las palabras con las que me atragantaba. La importencia.

Maldita suerte.

 

 

Descansa en paz perrito mío.

 

 

Leer más

En un rincón.

Sin querer parecer egoísta… A veces le temo a la soledad y al olvido.

Al contacto infrecuente, al desánimo.

Las obligaciones las noto como una carga en mi pecho.

Pero el mayor miedo, es que la distancia acabe conmigo.

 

Entonces deseo sus opuestos, mi voz un susurro.

Poder encontrar un lugar donde sentrime arropada, comprendida. Menos invisible y aceptada.

Partícipe de conversaciones interesantes.

Feliz y entusiasmada.

 

Leer más

Adiós Sevilla.

El día a día tiende a convertirse en monotonía. A veces, acostumbrarse a las cosas hace que pierdan importancia o reconocimiento: las infravaloramos.

Como salir con una amiga muy atractiva y darte cuenta que la gente, asombrada, se para en medio de la calle para mirarla.

O dejar de apreciar la belleza de un edificio majestuoso simplemente porque queda cerca…

 

Ayer hice una visita guiada por las cubiertas de nuestra catedral. Fue mi primera vez.

Subí escaleras infinitas para llegar hasta arriba.

Los árboles parecían de juguete y las personas apenas se veían.

El viento me conducía suavemente hacia los mejores balcones.

Las gárgolas vigilaban las calles bajo mis pies y casi podía rozar la giralda con la punta de los dedos.

 

Y es que, tanta altura aporta perspectiva. Incita el pensamiento. La reflexión.

Me di cuenta que llevo tratando con desprecio mi ciudad natal desde siempre cuando la realidad es que, contiene retazos preciosos de mi vida aquí.

Mis amigos, perros, tiendas favoritas, familia…

 

Se me han abierto los ojos ahora que ha surgido un cambio de aires.

 

Leer más

Pequeños placeres.

Durante mi último recorrido en metro, acabé sentada en frente de un chico que me llamó la atención. Era pálido, muy alto, con un estilo de vestir que me gustaba, unos ojos negros y grandes, el bigote más oscuro que el resto de la barba…

Desprendía una tranquilidad reconfortante.

 

Pasamos el tiempo mirando por la mejor ventana, compartiendo vistas de los jardines verdes y las grises carreteras.

 

Nos bajamos incluso en la misma parada. Yo antes que él porque se hizo a un lado para dejarme salir.

Piqué y archivé su recuerdo en “anécdotas que merecen la pena escribir”.

 

Ayer, mientras esperaba a un amigo mío y releía el menú de la cafetería por enésima vez, volví a verle.

Sonreí por lo inesperado del momento, mientras él subía por las escaleras acompañado de otro chico.

Se dio la vuelta para recoger la bufanda de rayas que colgaba del ancho cuello y me vio. Pasaron los segundos pero finalmente, me saludó. Le sonreí porque sabía quién era yo.

 

Me sentí un poquito singular, menos corriente. ¿Había en mí algún rasgo que le pareciera especialmente destacable? O simplemente se le daban bien las caras.

 
Leer más

Blog

La guerra.

¿Pero qué está siendo de la humanidad? Por favor, que mi corazón no puede más. Yo solo quería vivir en paz y tranquilidad. Todas las esperanzas que teníamos porque el año nuevo trajese una realidad mejor… y miradnos, qué tremenda decepción. Ahora mismo solo hay desesperación e...
Leer más

Somewhere only we know.

Recuerdo la primera vez que me enseñaste tu habitación como si fuese ayer.  Me llamó la atención por varias razones aunque la mayoría no las recuerdo porque estaban nubladas por los nervios que yo sentía de estar en ese espacio tan tuyo.  Aunque sí hay un par que permanecen en mi...
Leer más

Estoy triste.

Estoy triste pero también frustrada, cansada y terriblemente enfadada. La causa de mi inspiración esta noche no es precisamente positiva pero es sumamente necesario hablar de ella...  En las noticias últimamente, aparece a menudo el tema del medio ambiente, el de las catástrofes que nos...
Leer más

Un sueño que tuve anoche:

Tú y yo paseando por las calles de Sevilla, como de costumbre. Saludamos a la Catedral, a la Giralda, perseguimos el tranvía y sorteamos a la gente.  No había coronavirus, así que no llevábamos mascarillas incómodas que tapasen nuestra sonrisa.  Nos estábamos haciendo fotos pero salieron...
Leer más

¿Dónde estás?

¿Cómo te va la vida? Que últimamente apenas sé de ti.  Pareces feliz, más tranquila pero ojalá formase parte de tu día a día para poder comprobarlo yo misma.  Mi gran problema contigo es que te echo de menos y me da miedo decírtelo sinceramente, sin sarcasmo o burlas que lo camuflen, como...
Leer más

Persistente.

Nací con un hambre insaciable para aprender. Desde siempre, he pensado que estudiar es un placer y suelo dedicar tardes enteras a leer sobre cualquier cosa, todo. Soy de naturaleza curiosa, hago muchas preguntas y acumulo información como hacen las ardillas con sus frutos secos, antes de que llegue...
Leer más

Avances.

El sábado dos de mayo, la vida de los andaluces dio un giro significativo, de 360 grados.  Nos anunciaron que podríamos salir a pasear una hora, a hacer ejercicio, en compañía de un miembro de la familia (si no queríamos estar solos) y pasear a los perros varias veces al día. Yo sacaba al mío...
Leer más

Una celebración diferente.

Hoy no tenía muchas ganas de levantarme porque ya no es mi cumpleaños.  Empecé a tomar conciencia de ello cuando disminuyeron los mensajes de “¡felicidades!” aunque seguían entrando, incluso pasadas la medianoche. Mi día especial estaba acabando y mañana no sería igual. Tendría que volver a la...
Leer más

Adiós.

Hace seis años que me enamoré por primera vez, de un chico que me hizo sufrir lo peor (a mí me lo parecía por aquel entonces), durante y al acabar la fase del desamor. Incluso cuando nos propusimos ser amigos. Aunque reconozco que yo también fui culpable de la forma tan retorcida que tomó nuestra...
Leer más

Apocalipsis.

Yo no iba a hablar del Coronavirus por aquí, de tan harta que estoy de él pero hoy hago una excepción, por ser el primer día de la cuarentena oficial.  Todos llevamos esta última semana expectantes, la mayoría deseando que cancelaran las clases, los exámenes, las responsabilidades… Creando...
Leer más